Lorena García, una joven campesina hondureña, clama por que las autoridades le regresen a su hijo de dos años que fue encontrado semidesnudo y en estado de abandono en México, el pasado lunes, en la carretera Ocozocuautla-Las Choapas, en el estado de Veracruz.
El niño, Wilder, había salido sin documentos junto a su padre Noel Ladino, de 26 años, de una aldea en departamento de Copán, fronterizo con Guatemala, guiados por un "coyote", para reunirse con familiares que prometieron ayudarles en Virginia, relató la madre.
Buscaban huir de la pobreza de la comunidad rural hondureña cuya población apenas sobrevive de tareas de agricultura y del corte de café en temporada de cosecha.
Wilder fue encontrado por autoridades del Instituto Nacional de Migración solo, semidesnudo y llorando cerca de un vehículo de carga que transportaba en condiciones de hacinamiento a decenas de migrantes.
"Yo quiero que me lo regresen (al niño) porque por eso es que ocurrió todo eso, por ir buscando el sueño americano, pero no se pudo".
García aseguró que decidieron con su esposo que migrara junto al pequeño porque les habían dicho que en Estados Unidos estaban permitiendo ingresar a migrantes con menores de cinco años.
"Inventamos que se llevara al niño porque nos dijeron que iba más seguro con el niño, porque estaban dejando pasar gente con menores de edad pero menores de cinco años. Aquí (en la aldea) mucha gente nos decía", contó la joven madre.
La mujer aseguró que su esposo le había hablado el jueves para decirle que "estaba preso en migración".
Hasta junio, Honduras recibió de México 25 mil 155 inmigrantes deportados, de los cuales dos mil 102 fueron niños, así como otras dos mil 343 personas desde EU.
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